lunes, 10 de diciembre de 2012

DESOBEDIENCIA, RABIETAS Y NEGATIVISMO



Tipos de problemas de conducta

La desobediencia, las rabietas y el negativismo, constituyen parte de los problemas de conducta más habituales durante la infancia. Suponen un desafío de autoridad y control hacia los padres. Los niños con estos problemas de conducta son exigentes, intolerantes y pueden llegar hasta la agresión si se les contraría en sus demandas. La naturaleza de éstos puede ser porque son incapaces de sentir las emociones, por factores genéticos o por la educación recibida. La combinación de estos factores o la actuación de uno de ellos, determinan la conducta actual.

El niño desobediente 

1. ¿Qué es la desobediencia? 

La desobediencia es un problema al que con cierta frecuencia deben enfrentarse tanto padres como educadores. Según algunos autores, se podría definir la conducta de desobediencia como: La negativa a iniciar o completar una orden realizada por otra persona en un plazo determinado de tiempo (5 a 20 segundos), es decir, esta orden puede hacerse o no. 

2. ¿Cuándo suelen aparecer estos casos? 

Los episodios de desobediencia se dan en el niño en ciertas edades. Por ejemplo a los 5 o 6 años un porcentaje elevado de padres (50%) se quejaban de conductas de desobedecer órdenes o destruir objetos e iba disminuyendo el porcentaje a los 16 años (20%).

3. ¿Qué analizar para tratar a un niño desobediente?

El cómo tratar a un niño desobediente es motivo de consulta frecuente. La desobediencia puede ir acompañada o no de otros elementos disruptivos como las rabietas o el negativismo. Hay que valorar cada situación para tomar las medidas correctoras oportunas, es decir, estudiar las posibles causas (edad de aparición de dichas conductas, las circunstancias actuales que la provocan y las mantienen, la situación y relación familiar, etc.) y varias técnicas para intentar combatirlas. 


El niño de las Rabietas 

1. ¿Qué son las Rabietas? 

Las rabietas podríamos calificarlas como de expresiones reactivas con las que algunos niños muestran su desacuerdo o enfado con alguna situación concreta y normalmente durante la interacción con algún adulto significante (padres, abuelos, etc...). 

2. ¿Cuándo suelen aparecer éstas? 

Las rabietas son un fenómeno normal en un determinado estadio evolutivo del niño (alrededor de los dos o tres años) y deberían ir remitiendo a medida que el niño se hace mayor para desaparecer completamente hacia los cinco o seis años de edad. Sin embargo, algunos niños, ya con cierta edad, saben que tener rabietas supone una forma rápida y eficaz para alcanzar sus deseos o caprichos. Por su parte, los padres saben que satisfaciendo al niño, éste se calma rápidamente y se evita el bochorno de la pataleta, especialmente si se produce en algún lugar público. Evidentemente, a la larga, este tipo de actuación por parte de los padres sólo consigue perpetuar el problema. 

3. ¿Qué analizar para tratar a niños con rabietas? 

Es importante también diferenciar si estas rabietas se presentan como elementos aislados de reivindicación de determinados privilegios, o forman parte de un cuadro comportamental más extenso con otros repertorios de conductas problemáticas. En éste último caso se debería proceder a un análisis más detallado de las conductas antes de intervenir. 

4. Pautas a seguir en caso de rabietas puntuales 

- Hacer caso omiso cuando se produce la rabieta y retirarle la atención inmediatamente. 

- No perder la calma y actuar con firmeza, negando el capricho o la demanda, pero a la vez sin alterarse, sin gritar ni reñir. 

- Si la rabieta ha sido de cierta magnitud puede utilizarse la técnica del "coste de respuesta" o "tiempo fuera" (el niño recibe una consecuencia negativa por su acto: retirada de algún reforzador o se le aparta por un breve tiempo). 


- Una vez calmado, se puede hablar con el niño y explicarle que por ese camino no va a conseguir nada, al tiempo que se establecen las situaciones en las que sí podrá recibir sus demandas (cuando efectúe ciertas tareas o comportamientos adecuados). 

- Es muy importante que los padres y otros familiares cercanos (abuelos, hermanos mayores, etc.) actúen de igual forma ante las demandas excesivas del niño. 

La complicidad y perseverancia de los padres en su interacción con el niño es esencial para su control. 


El niño negativista

1. ¿Qué es el negativismo? 

Conducta en la que el niño muestra una oposición activa pero no agresiva. Sería el niño que "siempre dice no". Probablemente el negativismo sea una forma segura de llamar y mantener la atención de los otros sobre uno mismo 

2. ¿Cuáles son las causas? 

Una de las posibles causas de tal comportamiento, reside en el hecho de que el niño ha aprendido a que negándose a colaborar o a obedecer órdenes puede evitar la realización de tareas que no son de su agrado. El niño se da cuenta de que sólo se trata de ser más perseverante en su conducta (negativismo) que los mayores. Al igual que sucedía con el "niño de las rabietas" el resultado de su conducta (el librarse de hacer aquello que no le gusta) no hace más que reforzar dicho comportamiento, aumentando su probabilidad de ocurrencia y por tanto la cronificación del problema. 




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