A continuación proponemos una serie de ejercicios que pueden realizarse en el aula y que nos ayudarán a reducir estos trastornos de conducta en nuestros alumnos.
Escribir un diario
Muchos niños
con TDAH u otros problemas de conducta pasan momentos difíciles o no pueden
expresar sus sentimientos. El niño incluso puede tener problemas para recordar
lo que hace día con día, además de sentirse frustrado. Dale un diario, ya sea
una libreta o un diario. Al menos una vez al día, haz que se siente y escriba
lo que ha hecho y cómo se siente. Es común que las personas que no pueden
expresarse verbalmente lo hagan excepcionalmente por escrito. Escribir un
diario ayuda al niño a liberar energía negativa y frustración que podría salir
por medio de rabietas o berrinches.
Ejercicios de respiración profunda
La respiración
profunda fomenta la relajación y es una herramienta que sirve para tranquilizar
o para manejar la ira y la frustración. Siéntate con el niño y pídele que
cierre los ojos. Habla tranquila y relajadamente y pídele que respire hondo,
que inhale suave y profundamente a través de la nariz y saque el aire por la
boca. Esto puede hacerse hasta que el niño comience a relajarse físicamente.
Mientras respira hondo, pide al niño que empiece a relajar partes de su cuerpo,
una por una. La respiración profunda no sólo ayuda a relajar, también es una
forma de sacar la ira o las sensaciones negativas. Enseña al niño que este es
un ejercicio que puede hacer cuando se sienta enojado o cuando sienta que las
cosas están fuera de control.
Excursión al aire libre
Los niños con problemas de conducta a menudo tienen problemas para
ver la belleza del mundo exterior. Llévalo a pasear a un parque estatal o
llévalo a un refugio de animales. La excursión ayudará al niño a gastar su
energía negativa o de enojo mientras hace algo bueno físicamente. Mientras tú y
el niño están de excursión, tómate el tiempo para ver la naturaleza. Mira
alrededor y señala cosas, como formaciones de rocas, una red de araña o el nido
de un ave. Si hay un poco de agua, permite que el niño moje sus pies, que
sienta la tierra o la arena entre sus dedos. Una excursión al aire libre
también es una excelente oportunidad para unir a padre e hijo.
Ejercicio
Los ejercicios como saltar, hacer
flexiones y trotar son fundamentales para ayudar a un niño con problemas de
conducta que tanto necesita control y relajación. La ira y la negatividad se
liberan con las exigencias físicas del ejercicio. No uses el ejercicio como un
castigo, ya que el niño podría volverse difícil cuando se sugiere el ejercicio.
Simplemente explica lo benéfico que la actividad física es para el cuerpo y
cómo es que incluso la mente se beneficia al mover los músculos y hacer
ejercicio. Habla con el niño una vez que el ejercicio haya terminado,
pregúntale si se siente más calmado o tranquilo. Explícale que debido a esa
sensación de calma es por lo que el ejercicio es tan importante.
A continuación mostramos un enlace con actividades dinámicas para los más pequeños:
http://agrega.carm.es/visualizar/es/es-mu_2010083113_9094542/false
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